METODO MONTESSORI

EL PLACER DE APRENDER

La educación Montessori es única en su profundo respeto por el deseo sincero y la capacidad de aprender del niño, y en el reconocimiento de su necesidad de adquirir independencia. La atención equilibrada al desarrollo intelectual, físico, emocional y espiritual es fundamental para su progreso y para que disfrute en su aprendizaje. Los niños sienten una curiosidad innata y amor al trabajo y por el orden, que pueden llegar a convertirse en los rasgos de toda la vida si se le fomentan al niño adecuadamente. Este es el rol de nuestro personal y lo que les lleva a disfrutar con la enseñanza.


Aulas con edades mixtas


En educación Montessori, los niños se agrupan por edades (0-3, 3-6, 6-9, etc.) lo que fomenta la cooperación entre ellos, y aprenden unos de otros. El énfasis está en los logros individuales, en lugar de en las clases dirigidas, lo que permite a cada niño a buscar su potencial innato.

El ambiente preparado


Todo el material y mobiliario de las aulas está diseñado para satisfacer las necesidades de los niños y está dispuesta de manera que favorezca su desarrollo educativo. El trabajo se organiza en estanterías de fácil acceso. Los niños aprenden rápidamente cómo elegir una tarea, utilizar el material cuidadosamente y devolverlo a su lugar cuando han terminado. Este movimiento también acelera su desarrollo físico. Con un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar, los niños son parte de un ambiente ordenado que provoca orgullo, alegría y seguridad.
Con la combinación de un exhaustivo conocimiento de las necesidades de los niños junto con un uso correcto de los materiales, el aula Montessori consigue presentar amplias áreas de conocimiento general que habitualmente se consideran demasiado sofisticadas para los niños pequeños. Ofreciéndoles la oportunidad de trabajar de forma independiente y satisfaciendo su curiosidad, los niños se vuelven cada vez más seguros y motivados para alcanzar su máximo potencial.

Actividad física


Para preparar, transportar y recoger su trabajo, los niños se mueven de forma natural y libre por el aula, empleando para ello habilidades de desarrollo psicomotor. De esta manera, el desarrollo físico es una parte inherente en la educación Montessori.

Disciplina, libertad y límites


La libertad de elección es una parte fundamental en la educación de un niño. Este concepto clave es a menudo mal entendido. Cuando observamos a niños que son libres de elegir para elegir sus actividades, para trabajar a su propio ritmo y para compartir su trabajo con otros, parece claro que el entorno no es ni permisivo ni restrictivo.
Los límites se establecen y gestionan por los educadores desde el primer día. La libertad y la capacidad de elección se ejercitan promoviendo el progreso de cada niño y también el respeto por el progreso de los demás.
Los niños crecen en independencia, haciendo descubrimientos sobre sí mismos y también sobre otras personas, lugares y cosas en el mundo que les rodea. Al hacer estos descubrimientos por sí mismos, aprenden con mayor capacidad de retención y placer, mientras desarrollan habilidades para la vida.



CONCEPTOS BÁSICOS METODO MONTESSORI

Los períodos de concentración intensa y sostenida son centrales en la educación Montessori. La repetición de una actividad una y otra vez en los niños de estas edades les permite un alto grado de concentración que es fundamental en su desarrollo.
A temprana edad, los niños aprenden y expresan sus pensamientos a través del movimiento de las manos, lo que llevó a la Dra. Montessori a relacionar el movimiento y las sensaciones con el proceso del pensamiento y el desarrollo del conocimiento. Es por ello que desarrolló un método de educación en el que hay una gran cantidad de manipulación de objetos.
Montessori observó que el desarrollo intelectual de los niños mejoraba al darles a los niños la oportunidad de elegir libremente, estableciéndose unos límites bien definidos a estas libertades. Los niños Montessori tienen la capacidad de controlar su proceso de aprendizaje más que los niños en las aulas tradicionales. Pueden elegir con qué material quieren trabajar y si trabajarán solos o en grupos formados por ellos mismos.
Basándose en sus observaciones María Montessori creó materiales que responden al interés de los niños ya que comprobó que de esta forma trabajan mejor y se sienten más motivados.

Recientes investigaciones en Psicología defienden que el orden es de gran utilidad para el aprendizaje y desarrollo de los niños y que el orden externo ayuda al orden interno. Es por ello que en un aula Montessori todo está en su lugar y los niños trabajan en silencio. Las aulas Montessori no tienen rígidos horarios diarios, pero son muy ordenadas en términos de cómo es realizada cada tarea por los niños. Se halla dividida en áreas temáticas dentro de las cuales se encuentran los materiales de trabajo (existiendo sólo una unidad de cada uno de ellos) siguiendo un orden de complejidad.
El aula Montessori es un aula integrada que agrupa a niños de distintas edades lo que les ayudan a desarrollar la socialización y el liderazgo.
El maestro Montessori es un guía, un observador, un facilitador. María Montessori dijo que “el mayor signo de éxito de un maestro… es ser capaz de decir: “los niños están trabajando como si yo no existiera”.
La Dra. Montessori consideraba las recompensas materiales como perjudiciales para la concentración de un niño. Conseguir algo por sí mismo es, probablemente, la recompensa más importante para un niño

Montessori Valencia

DRA. MARIA MONTESSORI


En 1896, María Montessori (1870-1952) se convirtió en la primera mujer médico en Italia. Posteriormente, en1907, su interés por los niños y la educación le llevó a abrir la primera “Casa dei Bambini” en los suburbios a las afueras de Roma. La Dra. Montessori puso en práctica su teoría en la que defiende que los niños tienen una tendencia natural hacia la auto-educación y la autorrealización.

Según Montessori, los niños son los creadores de hombres a cuales construyen, tomando del entorno el lenguaje, la religión, las costumbres y las particularidades no sólo de la raza, no sólo de la nacionalidad, sino también del lugar concreto en el que se desarrollan. La niñez construye con aquello que encuentra. Si el material es pobre, el constructor también lo será. Para construirse a sí mismo, tiene que hacer uso de todo lo que encuentra casualmente en el medio ambiente.

La Dra. Montessori repetía a menudo: “No nacemos simplemente para disfrutar de nosotros mismos”. Entre 1896 y 1898 pasó largas horas en el hospital con niños con discapacidades mentales. Se llegó a convencer de que el método que utilizaba con esos niños deficientes se podría aplicar a los niños normales y que podría desarrollar o poner en libertad su personalidad de una manera sorprendente.

Montessori declaró que el niño tiene una guía interior que le lleva a querer hacer las cosas por sí mismo. Debemos tener en cuenta la forma de demostrar su independencia que tiene el niño a esta edad, ya que esto garantiza el desarrollo de su individualidad. La verdadera libertad comienza en el comienzo de la vida, no en la etapa adulta.

El niño se vuelve plenamente consciente y construye el futuro hombre por medio de sus actividades. Lo hace con las manos, por la experiencia, primero con en el juego y más tarde a través del trabajo. Así Montessori descubrió que la educación no es algo que hace el maestro, sino que es un proceso natural que se desarrolla, de una forma espontánea, en el ser humano.

Hoy en día el Método Montessori es conocido a nivel mundial.